Enzimas
El nombre enzima deriva de
una palabra griega que significa “en la levadura”. Indica que dichos
catalizadores están presentes en el interior de las células. A finales del siglo
XIX se estudió la fermentación de los azúcares por acción de células de
levadura. Una generación después, James B. Summer cristalizó, en 1926, la
primera enzima (ureasa) y demostró que era una proteína. En la siguiente década
se purificaron cinco enzimas más y se encontró que también eran proteínas:
pepsina, tripsina, quimotripsina, carboxipeptidasa y la enzima Old Yellow (una
flavoproteína NADPH oxidasa). Desde entonces se ha demostrado que casi todas
las enzimas son proteínas, o proteínas más
cofactores. Algunas moléculas de ARN también
presentan actividad catalítica, pero usualmente no se les llama enzimas.
Se ha tenido la
ocasión de comprobar de qué manera las formas tridimensionales de las
proteínas les permiten desempeñar papeles estructurales y de transporte. Ahora
se describirán sus funciones como enzimas. Las enzimas son catalizadores
biológicos selectivos de una eficiencia extraordinaria. Toda célula viva
dispone de cientos de enzimas distintas que catalizan las reacciones
esenciales para la vida. Aun los organismos vivos más simples contienen
múltiples copias de cientos de enzimas diferentes.
Las enzimas son muy específicas
para los reactivos o sustratos sobre los que actúan, y varía el grado de
especificidad hacia el sustrato. Algunas enzimas actúan sobre un grupo de
sustratos relacionados y otras sólo sobre un simple compuesto. Muchas enzimas
poseen estereoespecificidad ya que sólo actúan sobre un estereoisómero
del sustrato. Quizá el aspecto más importante de la especificidad de una enzima
es la especificidad de reacción, esto es, la falta de formación de
subproductos como desperdicios. La especificidad de reacción se refleja en la
pureza excepcional del producto (100% en esencia) —mucho mayor que la pureza de
productos de reacciones típicas catalizadas en química orgánica.
Las enzimas pueden hacer más que
sólo aumentar la velocidad de una sola reacción muy específica. Algunas también
pueden combinar, o acoplar, dos reacciones que normalmente serían separadas.
Esta propiedad permite que la energía ganada en una reacción se use en una
segunda reacción. Las reacciones acopladas son una propiedad común de
muchas enzimas; por ejemplo, la hidrólisis del ATP se acopla con frecuencia a
reacciones metabólicas menos favorables.
Las
seis clases de enzimas
Los nombres en la mayor parte de
las enzimas metabólicas se forman agregando el sufijo—asa al nombre de
sus sustratos, o a un término descriptivo de la reacción que catalizan. Por
ejemplo, la ureasa tiene a la urea como sustrato.
1.
Las
oxidorreductasas catalizan las reacciones de oxidación-reducción. La
mayor parte de esas enzimas se llaman, en general, deshidrogenasas.
También hay otras enzimas en esta clase que se llaman oxidasas, peroxidasas, oxigenasas
o reductasas. En bioquímica hay cada vez más la tendencia a citar esas enzimas
por su nombre formal, oxidorreductasas, y no por los nombres más comunes en las
publicaciones no muy recientes de bioquímica. Un ejemplo de una oxidorreductasa
es la lactato deshidrogenasa (EC 1.1.1.27), llamada también lactato: NAD oxidorreductasa.
Esta enzima cataliza la conversión reversible de L-lactato en piruvato. La
oxidación de L-lactato se acopla a la reducción de la coenzima nicotinamida adenina
dinucleótido (NAD_).
2.
Las
transferasas catalizan las reacciones de transferencia de un grupo y
pueden necesitar la presencia de coenzimas. En las reacciones de transferencia
de grupo, una parte de la molécula del sustrato se suele enlazar en forma
covalente con la enzima o con su coenzima. Este grupo incluye las cinasas,
enzimas que catalizan la transferencia de un grupo fosforilo del ATP. La
alanina transaminasa, cuyo nombre sistemático es L-alanina:2-oxiglutarato
aminotransferasa (EC 2.6.1.2), es un ejemplo típico de esta clase.
3.
Las hidrolasas catalizan hidrólisis. Son
una clase especial de transferasas donde el agua sirve como aceptor del grupo
transferido. La pirofosfatasa es un ejemplo sencillo de una hidrolasa. El nombre
sistemático de esta enzima es difosfato fosfohidrolasa (EC 3.6.1.1).
4.
Las liasas catalizan la
lisis de un sustrato, al generar un enlace doble; son reacciones de
eliminación, no hidrolíticas y no oxidantes. En dirección inversa, las liasas
catalizan la adición de un sustrato a un doble enlace de un segundo sustrato. Una
liasa que cataliza una reacción de adición en las células es frecuentemente llamada
sintasa. La piruvato descarboxilasa pertenece a esta clase de enzimas ya
que descompone al piruvato en acetaldehído y dióxido de carbono. El nombre sistemático
de la piruvato descarboxilasa, 2-oxo-ácido carboxi-liasa (EC 4.1.1.1.) casi
nunca se emplea.
5.
Las Isomerasas
catalizan cambios estructurales dentro de una misma molécula (reacciones de
isomerización). Como estas reacciones sólo tienen un sustrato y un producto son
de las reacciones enzimáticas más simples. La alanina racemasa (EC 5.1.1.1) es
una isomerasa que cataliza la interconversión de L-alanina y D-alanina. El
nombre común es igual al nombre sistemático.
6.
Las
ligasas catalizan la ligadura o unión de dos sustratos. Estas reacciones
necesitan un suministro de energía potencial química de un nucleósido
trifosfato, como el ATP. Las ligasas son usualmente llamadas sintetasas.
La glutamina sintetasa, o L-glutamato: amoniaco ligasa (formadora de ADP) (EC
6.3.12) usa la energía de la hidrólisis del ATP para unir glutamato y amoniaco
para producir glutamina.
Inhibición reversible de enzimas
Un inhibidor de enzima (I)
es un compuesto que se enlaza con una enzima e interfiere con su actividad. Los
inhibidores pueden actuar evitando la formación del complejo ES o bloqueando la
reacción química que lleva a la formación del producto. Por regla general, los
inhibidores son moléculas pequeñas que se unen en forma reversible con la enzima
que inhiben. Las células contienen muchos inhibidores enzimáticos naturales que
juegan papeles importantes en la regulación del metabolismo. Los inhibidores
artificiales se usan en experimentos para investigar los mecanismos enzimáticos
y para descifrar las rutas metabólicas. Algunas medicinas y muchos venenos son
inhibidores de enzimas. Algunos inhibidores se unen en forma covalente con las
enzimas y causando que la inhibición sea irreversible. La mayor parte de la
inhibición de relevancia biológica es reversible. Los inhibidores reversibles
se unen a las enzimas con las mismas fuerzas no covalentes que enlazan a
sustratos y productos. Los inhibidores reversibles se diferencian de los
irreversibles por su fácil eliminación de soluciones de enzima por métodos como
diálisis o filtración en gel. El equilibrio entre la enzima libre (E) más el
inhibidor (I) y el complejo EI se caracteriza por una constante de disociación.
En este caso, a la constante se le llama constante de inhibición, Ki.
Inhibición
competitiva
Los inhibidores competitivos son
los que se encuentran con más frecuencia en bioquímica. En la inhibición
competitiva, el inhibidor sólo se puede unir a moléculas de enzima libre que no
estén unidas a sustrato alguno. La formación de un complejo EI quita a la
enzima de su ruta normal. Cuando un inhibidor competitivo se une con una
molécula de enzima, una molécula de sustrato no puede unirse a esa molécula de
enzima. Al revés, la unión de sustrato y una molécula de enzima evitan el
enlazamiento de un inhibidor. En otras palabras, S e I compiten por unirse a la
molécula de enzima. Más comúnmente, S e I se unen al mismo sitio de la enzima,
el sitio activo. Este tipo de inhibición se llama inhibición competitiva
clásica. No es la única clase de inhibición competitiva. En algunos casos, como
en las enzimas alostéricas, el inhibidor se une a un sitio diferente, lo que
altera el sitio de unión del sustrato y evita esta unión. A este tipo de
inhibición se le llama inhibición competitiva no clásica. Cuando están
presentes tanto I como S en una solución, la proporción de la enzima que puede
formar complejos IS depende de las concentraciones de sustrato e inhibidor y de
sus afinidades relativas hacia la enzima.
La cantidad de EI se puede
reducir aumentando la concentración de S. A concentraciones suficientemente
altas, la enzima puede estar saturada con sustrato.
Muchos inhibidores competitivos
clásicos son análogos al sustrato, compuestos que se parecen en su estructura a
los sustratos. Los análogos se unen a la enzima, pero no reaccionan. Por
ejemplo, la benzamidina es un inhibidor competitivo de la tripsina. La tripsina
cataliza la hidrólisis de los enlaces peptídicos cuyos grupos carbonilo
contienen residuos de arginina y lisina, y la benzamidina es un análogo de la cadena
lateral de alquilguanidilo en la arginina. La benzamidina actúa como inhibidor que
compite con los residuos de arginina en péptidos por la unión de la tripsina.
Inhibición
acompetitiva
Los inhibidores acompetitivos
sólo se unen al ES y no a la enzima libre.
En la inhibición acompetitiva
disminuye la Vmáx (aumenta 1/Vmáx) por conversión de algunas
moléculas de E en la forma inactiva ESI. Ya que es el complejo ES el que se
enlaza con I y la disminución de Vmáx no se revierte por la adición de
más sustrato.
También, los inhibidores
acompetitivos hacen descender la Km (vista como un aumento del valor absoluto de
1/Km en una gráfica de doble recíproco) ya que los equilibrios de formación
de ES y de ESI son desplazados hacia los complejos, por la unión de I.
Experimentalmente, las líneas de una gráfica de doble recíproco representando
concentraciones variables de un inhibidor acompetitivo, tienen todas la misma
pendiente, lo que indica que los valores de Km y de Vmáx decrecieron
proporcionalmente. Este tipo de inhibición suele presentarse en las reacciones
de multisustrato.
Inhibición
no competitiva
Los inhibidores no competitivos
se pueden unir a la E o al ES y formar complejos inactivos EI o ESI, respectivamente.
Esos inhibidores no son análogos del sustrato y no se enlazan en el mismo sitio
que el S. El caso clásico de inhibición no competitiva se caracteriza por una
disminución aparente de Vmáx (1/Vmáx parece aumentar) sin cambiar
de la Km. En una gráfica de doble recíproco, las líneas de la inhibición
no competitiva clásica se cruzan en el punto del eje x que corresponde a
–1/Km. Esta ordenada al origen común indica que Km no se afecta.
El efecto de la inhibición no competitiva está dado por la interacción del I con la E y el ES
en forma reversible, eliminando las moléculas de enzima activa en la solución.
Esta inhibición no se puede compensar agregando S. Es rara la inhibición no
competitiva clásica, pero se conocen ejemplos entre las enzimas alostéricas. En
esos casos, es probable que el inhibidor no competitivo altere la conformación
de la enzima, cuya forma todavía le permita seguir uniéndose al S pero sin
poder catalizar reacción alguna. La mayor parte de las enzimas no se apega a la
forma clásica de inhibición no competitiva, donde no cambia Km. En la
mayoría de los casos se afectan tanto la Vmáx como la Km, ya que
la afinidad del inhibidor hacia la E es distinta que hacía ES. En esos casos se
suelen llamar de inhibición mixta.
Inhibición enzimática irreversible
En contraste con un inhibidor
enzimático reversible, un inhibidor enzimático irreversible forma un enlace
covalente estable con una molécula de enzima y elimina así las moléculas del sitio
activo en la población enzimática. Típicamente, la inhibición irreversible ocurre
por alquilación o acilación de la cadena lateral de un residuo de aminoácido en
el sitio activo. Hay muchos inhibidores irreversibles naturales, al igual que
hay ejemplos sintéticos que se describirán aquí. Una aplicación importante de
los inhibidores irreversibles es la identificación de residuos de aminoácidos
en el sitio activo, por sustitución específica de sus cadenas laterales reactivas.
En este proceso, un inhibidor irreversible que sólo reacciona con un tipo de aminoácido
se incuba con una solución de la enzima, la que a continuación es analizada para
determinar su pérdida de actividad. Las cadenas laterales ionizables se modifican
con reacciones de acilación o alquilación. Por ejemplo, los grupos amino
libres, como el grupo e-amino de la lisina, reaccionan con un aldehído para
formar una base de Schiff, la cual se puede estabilizar por reducción con
borohidruro de sodio (NaBH4).
Carbohidrato
Los
carbohidratos (también llamados “hidratos de carbono”) son uno de los tres
tipos de macronutrientes presentes en nuestra alimentación (los otros dos son
las grasas y las proteínas). Existen en multitud de formas y se encuentran
principalmente en los alimentos tipo almidón, como el pan, la pasta alimenticia
y el arroz, así como en algunas bebidas, como los zumos de frutas y las bebidas
endulzadas con azúcares. Los carbohidratos constituyen la fuente energética más
importante del organismo y resultan imprescindibles para una alimentación
variada y equilibrada.
El
progreso en las investigaciones científicas ha puesto en relieve las diversas
funciones que tienen los carbohidratos en el cuerpo y su importancia para gozar
de una buena salud. En la siguiente explicación se examinan más a fondo dichas
investigaciones, para que el lector conozca mejor este macronutriente, siendo
además necesario señalar que gran parte de nuestros conocimientos en torno a
los carbohidratos datan ya de hace bastante tiempo.
¿Qué son los carbohidratos?
Todos los
carbohidratos están formados por unidades estructurales de azúcares, que se
pueden clasificar según el número de unidades de azúcar que se combinen en una
molécula. La glucosa, la fructosa y la galactosa son ejemplos destacados de los
azúcares constituidos por una sola unidad (de azúcar); dicho tipo de azúcares
se conocen también como “monosacáridos”. A los azúcares constituidos por dos
unidades se le denomina “disacáridos”; los disacáridos más ampliamente
conocidos son la sacarosa (“azúcar de mesa”) y la lactosa (el azúcar de la
leche). La tabla siguiente muestra los principales tipos de carbohidratos
alimenticios.
CLASIFICACIÓN
DE LOS CARBOHIDRATOS ALIMENTICIOS y ejemplos correspondientes
CLASE
|
EJEMPLOS
|
Monosacáridos
|
Glucosa,
fructosa, galactosa
|
Disacáridos
|
Sacarosa,
lactosa, maltosa
|
Polioles
|
Isomaltol,
maltitol, sorbitol, xilitol, eritritol
|
Oligosacáridos
|
Fructooligosacáridos,
maltooligosacáridos
|
Polisacáridos
tipo almidón
|
Amilosa,
amilopectina, maltodextrinas
|
Polisacáridos
no semejantes al almidón (fibra alimenticia)
|
Celulosa,
pectinas, hemicelulosas, gomas, inulina
|
Azúcares
La glucosa y la fructosa son monosacáridos y se
pueden encontrar en las frutas, las vallas, las verduras, la miel y los siropes
de glucosa-fructosa. El azúcar común o de mesa, es decir, la sacarosa, es un
disacárido compuesto por glucosa y fructosa y está presente en la naturaleza en
alimentos tales como la remolacha azucarera, la caña de azúcar y las frutas. La
lactosa, que es un disacárido compuesto de glucosa y galactosa, es el principal
azúcar de la leche y de los productos lácteos; por su parte, la maltosa, que es
un disacárido compuesto sólo de glucosa (dos moléculas de glucosa), está
presente en la malta y en los siropes (extractos líquidos) derivados del
almidón. Tanto el azúcar de mesa (sacarosa) y los siropes de glucosa-fructosa
contienen glucosa y fructosa, bien en estado libre (siropes de
glucosa-fructosa) o en forma de disacárido (sacarosa).
Los polioles se denominan alcoholes de azúcar. Hay
polioles naturales, pero la mayoría se fabrican mediante la transformación de
azúcares. El poliol utilizado con mayor frecuencia es el sorbitol; por su
parte, el xilitol se usa frecuentemente en las gomas de mascar y en los
caramelos. El isomaltol es otro poliol, que se usa en repostería/confitería y
se obtiene a partir de la sacarosa. Los polioles son dulces y se pueden
utilizar en los alimentos (añadiéndolos a los mismos) de forma similar a lo que
se hace con los azúcares, aunque dichos polioles pueden tener un efecto laxante
si se ingieren en cantidades excesivas.
Oligosacáridos
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a
los oligosacáridos como carbohidratos formados por 3-9 unidades de azúcares
(monosacáridos), aunque en otras definiciones se habla de cadenas de azúcares
ligeramente más largas. Los fructooligosacáridos contienen un total de hasta 9
unidades de fructosa y se producen con fines comerciales mediante la hidrólisis
(descomposición enzimática) parcial de la inulina. La rafinosa y la estaquiosa
están presentes, si bien en cantidades pequeñas, en determinadas legumbres,
cereales y verduras, así como en la miel.
Polisacáridos
Se necesitan más de 10 unidades de azúcar y a veces
hasta miles de unidades para formar los polisacáridos. El almidón es la
principal reserva de energía de las hortalizas de raíz y los cereales. Está
formado por largas cadenas de glucosa en forma de gránulos, cuyo tamaño y forma
varían según el vegetal del que forma parte. El equivalente de los almidones en
los animales y en los seres humanos es el llamado “glucógeno” (ver sección
3.1).
Los polisacáridos sin almidón son los principales
componentes de la fibra alimenticia. Comprenden: celulosa, hemicelulosa,
inulina, pectinas y gomas. La celulosa es el
componente principal de las paredes celulares vegetales y está formada
por miles de unidades de glucosa. Los distintos componentes de la fibra
alimenticia tienen diferentes propiedades y estructuras físicas. Una
característica distintiva de la fibra alimenticia es que no puede ser digerida
por los seres humanos. Sin embargo, algunos tipos de fibra pueden ser metabolizados
por las bacterias intestinales, dando lugar a compuestos que las células
intestinales humanas sí que pueden utilizar para la producción de energía. En
cualquier caso, por no poder ser digerida por los seres humanos, la fibra tiene
un menor contenido energético medio que la mayoría de los demás carbohidratos
(ver sección 3.1).
Los carbohidratos en el cuerpo
La función principal de los carbohidratos es
proporcionar energía, aunque también desempeñan una función importante para la
estructura y el funcionamiento de las células, tejidos y órganos; además,
sirven para formar las estructuras carbohidratadas de la superficie de las
células. Hay diversas clases de moléculas carbohidratadas en el cuerpo:
proteoglicanos, glucoproteínas (también llamadas “glicoproteínas”), y
glucolípidos (también llamados “glicolípidos”).
Fuente y almacenamiento de energía
Los almidones y los azúcares son las principales
fuentes de energía y aportan 4 kilocalorías (17 kilojulios) por gramo. Los
polioles proporcionan 2,4 kilocalorías (10 kilojulios), y la fibra alimenticia,
2 kilocalorías (8 kilojulios) por gramo, respectivamente. Nota importante: el
poliol eritritol no es metabolizado en absoluto por el cuerpo y, por eso,
proporciona cero calorías.
En el intestino delgado, los monosacáridos son
absorbidos y de allí pasan al torrente sanguíneo, desde donde son transportados
hasta los lugares en los que son utilizados. Los disacáridos son descompuestos
en azúcares simples por las enzimas digestivas. El cuerpo también necesita la
ayuda de las enzimas digestivas para romper las largas cadenas de almidones y
descomponerlas en los azúcares por los que están formadas, que pasan
posteriormente a la sangre.
El cuerpo humano utiliza los carbohidratos en forma
de glucosa. La glucosa también se puede transformar en glucógeno, un
polisacárido similar al almidón, que es almacenado en el hígado y en los
músculos como fuente de energía de la que el cuerpo puede disponer fácilmente.
El cerebro y los eritrocitos (“glóbulos rojos”) necesitan la glucosa, ya que no
pueden emplear otra cosa como fuente de energía: ni grasas, ni proteínas, ni
ninguna otra forma de energía. Por este motivo se debe mantener constantemente
el nivel de glucosa en sangre en un nivel óptimo. Para cubrir las necesidades
energéticas del cerebro se necesitan aproximadamente 130 gr de glucosa al día.
La glucosa puede proceder directamente de los carbohidratos ingeridos con la
dieta, de los depósitos de glucógeno o de la conversión de determinados
aminoácidos derivados de la degradación de las proteínas. Varias hormonas,
entre ellas la insulina, trabajan rápidamente para regular el flujo de glucosa
que entra y sale de la sangre y mantenerla a un nivel estable.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario